puede sonar mal pero de verdad si ese man hubiese estado secuestrado 12 años hubiese salido demacrado y con enfermedades, solo comparen cuando se escaparon Pinchao y Araujo a como llegó este. además despues de 12 años se le notaría la “alegria” de estar de este lado. el abraso con su padre hubiese sido como el de sigilfredo lopez y sus hijos (es posible que me equivoque con el nombre) no se que piensen uds pero ese man ya estaba libre desde hacia tiempo
Jeferson tiene razon y yo habia pensado lo mismo... antes de la liberación hasta los presentadores de Caracol se veian más animados que el propio Moncayo... a eso le sumo que un dia me mandaron una foto de su papa, el profesor "ConCallo", junto con Manuel Marulanda. No me atrevo a decir nada pues quizas sea photoshop o un encuentro que ignoro pero eso es muy sospechoso.
O seguramente esa actitud está en su personalidad. Puede ser que es una persona seria que sabe manejar muy bien sus emociones. No todos somos efusivos o cedemos ante la euforia.
5 comentarios:
jaja buena, matador eres una popó jajaja:D
puede sonar mal pero de verdad si ese man hubiese estado secuestrado 12 años hubiese salido demacrado y con enfermedades, solo comparen cuando se escaparon Pinchao y Araujo a como llegó este.
además despues de 12 años se le notaría la “alegria” de estar de este lado. el abraso con su padre hubiese sido como el de sigilfredo lopez y sus hijos (es posible que me equivoque con el nombre)
no se que piensen uds pero ese man ya estaba libre desde hacia tiempo
que quede claro que soy antiuribista.
jjajaja exelente!!
Jeferson tiene razon y yo habia pensado lo mismo... antes de la liberación hasta los presentadores de Caracol se veian más animados que el propio Moncayo... a eso le sumo que un dia me mandaron una foto de su papa, el profesor "ConCallo", junto con Manuel Marulanda. No me atrevo a decir nada pues quizas sea photoshop o un encuentro que ignoro pero eso es muy sospechoso.
O seguramente esa actitud está en su personalidad. Puede ser que es una persona seria que sabe manejar muy bien sus emociones.
No todos somos efusivos o cedemos ante la euforia.
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